El Cedro Soñado
¿Qué debes saber?
- El Cedro Soñado, se encuentra ubicado a 20 minutos del centro de Patate en el kilómetro 16 de la vía ecológica Patate Baños.
- Parroquia La Matriz. Cantón Patate. Provincia de Tungurahua.
- Este Glamping abrió sus puertas en el 2021, y cuenta con ocho suites con jacuzzi, chimenea e internet.
- El precio de las suites va desde los $165 para dos personas hasta $ 199 dependiendo de la suite escogida.
- Los precios incluyen desayuno, fogata, canelazo, caminata a las lagunas, ordeño de vacas y fotografía con los animalitos.
- En el restaurante se sirve variedad de cortes de carne, truchas, comida típica como caldo de gallina, locro de papa y postres variados.
- Los precios van desde los $ 4 a $ 20 dólares.
- Como servicios adicionales, también brindan:
- Servicio de spa en la habitación ($25 a $ 50 dólares) decoraciones románticas,
- Cabalgatas ($10 a $30 dólares), caminata a las lagunas, bicicleta, tours guiados, cuadrón.
- Este glamping es uno de los geoamigos, el pujante grupo de emprendimientos turísticos que pueblan al Geoparque Volcán Tungurahua.
El Cedro Soñado: Un refugio de sueños en las alturas
En lo profundo de las montañas de Tungurahua, donde el aire fresco acaricia los sentidos y la naturaleza despliega su magia, se encuentra El Cedro Soñado, un glamping que honra la historia, la familia y los sueños cumplidos. A tan solo 20 minutos del centro de Patate, este refugio de lujo combina la hospitalidad tungurahuense, con el confort moderno y el encanto de un paisaje que parece detenido en el tiempo.
Luis Lesano, el alma detrás de este proyecto, ha transformado un terreno familiar, en un destino turístico que refleja su amor por la tierra y su pasión por compartir la belleza de su natal Patate. Desde niño, Luis sintió la conexión con este lugar especial. Los terrenos pertenecieron a su abuelo, un hombre humilde que con esfuerzo compró las primeras dos hectáreas donde hoy florece el sueño de El Cedro Soñado glamping. En estos mismos senderos que ahora los visitantes capturan en sus selfies, Luis descubrió su amor por la naturaleza y el deseo de dar a conocer este paraíso al mundo.
El camino hacia la realización de este proyecto no fue fácil. En 2014, Luis comenzó ofreciendo cabalgatas a los turistas. Con siete caballos, guiaba a los visitantes por senderos que llevaban a las lagunas escondidas y a miradores privilegiados del volcán Tungurahua. Cada recorrido alimentaba su sueño de construir un lugar donde las personas pudieran quedarse, disfrutar del paisaje y conectar con la esencia de la naturaleza.
A lo largo de siete años, y enfrentando la incredulidad de quienes no veían posible construir en las alturas de la montaña, Luis trabajó sin descanso. Poco a poco, y con el apoyo incondicional de su esposa Johana y sus hijos, construyó la primera cabaña. Con el tiempo, este esfuerzo inicial se transformó en ocho suites que combinan lujo y sostenibilidad, cada una equipada con jacuzzi, chimenea e internet. Estas suites no solo ofrecen comodidad, sino también una experiencia inmersiva en un entorno de ensueño.
Luis no solo creó un lugar para descansar, sino un espacio que respira historia y propósito. Inspirado por el legado de su abuelo, ha transformado su amor por la tierra en un proyecto que honra sus raíces y, al mismo tiempo, mira hacia el futuro. Su formación en turismo y hotelería, combinada con la experiencia adquirida trabajando en otros establecimientos, le ha permitido construir un glamping reconocido por su calidad y atención al detalle.
Los visitantes de El Cedro Soñado pueden disfrutar de una amplia gama de actividades diseñadas para conectar cuerpo y alma con la naturaleza. Desde caminatas hacia lagunas escondidas y cabalgatas por senderos mágicos hasta emocionantes recorridos en cuadrón y relajantes sesiones de spa en la habitación, cada experiencia está pensada para renovar el espíritu. Además, la propiedad cuenta con un restaurante donde se celebran los sabores locales, un homenaje más a la rica tradición de Patate.
Sin embargo, el impacto de El Cedro Soñado trasciende su papel como destino turístico. Luis ha dinamizado la economía del sector, generando empleos para la comunidad local y promoviendo prácticas sostenibles, como el manejo responsable de desechos y la protección de la flora y fauna de la zona. Su visión no solo ha transformado su vida, sino también la de quienes lo rodean, creando un círculo virtuoso de desarrollo y conservación.
“Patate al mundo” es la frase que ha guiado a Luis a lo largo de los años. Compartir este rincón privilegiado del Ecuador con visitantes de todas partes del mundo es su mayor orgullo. Para él, cada sonrisa de un huésped, cada comentario sobre la belleza del paisaje y cada momento de conexión con la naturaleza son pruebas de que el esfuerzo ha valido la pena.
Hoy, Luis Lesano celebra el éxito de un sueño que parecía imposible, pero que con trabajo, amor y determinación se ha convertido en realidad. El Cedro Soñado no es solo un lugar; es un homenaje a las raíces, una celebración de la naturaleza y un recordatorio de que los sueños, por altos que sean, pueden alcanzarse. Ven, te esperamos.
Publicado en:
Publicado por: