Coffee Break el mejor de Píllaro

¿Qué debes Saber?

• Es un negocio gastronómico y cultural, en su establecimiento además de disfrutar de deliciosos platos puede jugar a juegos tradicionales.
• Este negocio tiene 1 año y un par de meses, a la fecha.
• Jeanneth, la dueña empezó con este negocio cuando tenía 39 años.
• Ofrecen: pizza, comida italiana, café con humitas, quimbolitos, sin embargo, próximamente ofrecerá también brochetas de carne mixtas con ensalada, raviolis, y más delicias, puesto que constantemente está agregando a su carta nuevas delicias.
• Los precios oscilan entre 1,50 a 10 dólares.
• Los horarios de atención son de 10am. a 9pm. Toda la semana.

Viajar te cambia para siempre, cuando regresas no eres el mismo. Esa fue una de las experiencias que más le marcaron a Jeanneth, una mujer fuerte, alegre y carismática que con sus encantos y sus delicias gastronómicas encanta a quien la visita.

Escogió la gastronomía, porque siempre le llamó la atención cocinar. Es muy curiosa y le encanta innovar, por ello, me confiesa que le cuesta tener una carta fija, porque siempre que aprende o inventa algo, desea compartirlo con sus clientes.

Vivió 6 años en Alemania, allá aprendió mucho de la cocina europea, lo hizo de mujeres solidarias y dignas que le fueron enseñando los trucos y las recetas del viejo continente.

Cuando viajó Jeanneth, todos sus hermanos estaban en Alemania, la crisis en el país, hizo que Jeanneth y su familia migraran. Empezó a trabajar en el negocio de la limpieza, junto a otras mujeres que le hacían probar en los almuerzos, sus creaciones culinarias y, de paso, le daban la receta. Así, nuestra gestora, Jeanneth fue aprendiendo de la gastronomía europea.

Jeanneth heredó este gusto por la cocina de su madre, Juanita Basantes, a quien describe como una persona muy exigente, que cocina delicioso. Entre los platos que más le gustaban de su madre está el Locro de sambo y el morocho de sal, de leche. Cabe resaltar que no lo hace con leche de “funda” como la llama, sino con leche de verdad, la llamada “leche de hacienda”, eso me cuenta Jeanneth entre risas y sorpresa.

Ella quisiera que sus hijos hereden esta tradición, este negocio que ha sido pensado para generar el sustento para su hogar, y además, se ha convertido en un sitio que gusta a la comunidad, a propios y visitantes.

Con algo de recelo muchas personas le han dicho que no iban desde el inicio a su cafetería, pues pensaban que eran demasiado “caro”, porque es hermosamente decorada y la atención es esmerada, pero, luego se dieron cuenta de que no era así, los precios son muy accesibles, y además el sitio es maravilloso, así que incluso tienen juegos tradicionales, entre muchas de las atracciones que Jeanneth ha ido implementando para que sus clientes se sientan a gusto en Coffee Brake. Incluso su padre suele disfrutar de los juegos que tienen, así, que incluso a sus 78 años, se anima de rato en rato a andar en zancos. Definitivamente, es un niño que sobrevivió en su corazón.

Sueña con que su emprendimiento siga creciendo, éste ha sido una referencia, incluso para los negocios de la zona, ya que, suelen tomar su carta como referencia y la imitan. Así también, sueña con poder generar más movimiento, para que todas las personas de la zona también se beneficien.

El valor de sus productos es reconocido por su clientela, ya que, la dedicación y la atención a los detalles están a la vista. Eso hace que la gente vaya a probar exclusivamente lo que ella hace.

En apenas un año en su nuevo local ha logrado generar mucha empatía y aceptación de la gente, incluyendo a autoridades del ministerio de turismo, quienes constantemente le toman en cuenta para sus publicaciones y promoción de lo referente a los atractivos de Pillaro.

Jeanneth garantiza a quienes le visiten que probarán comida deliciosa, hecha con el corazón, al gusto de cada uno, omitiendo los ingredientes que no le agraden, si fuera necesario (risas). Todo está hecho con mucha dedicación, seguridad, aseo, para que disfruten en un ambiente maravilloso de instantes mágicos.